Historia

Colegio Las Marismas

Deseamos que la identidad de nuestro centro y, por tanto, sus grandes ejes de actuación queden perfilados de una manera muy definida. Nuestro proyecto parte de una fundamentación en valores. Estos valores son las fuerzas que nos impulsan a obrar en una determinada dirección. Nuestra inspiración en valores meditados y consensuados nos hace sensibles a aquellos que constituyen nuestro patrimonio esencial: la libertad, el deseo de evolucionar y mejorar de forma constante, el esfuerzo por lograrlo, la solidaridad, el apoyo a los más débiles, la lucha por la construcción de un mundo más justo, la autonomía personal, la autoestima, la bondad y generosidad y la cooperación.

Este espíritu, que alienta nuestro trabajo, está enmarcado en unos fines que nos orientan y en unos principios que nos aportan raíces y soporte. La base queda determinada, conjuntamente, por la normativa vigente en Andalucía y por los valores que hemos señalado anteriormente.

1.1. Nuestros fines

Para nosotros, los fines son los propósitos esenciales, identifican la clave de la orientación de nuestro trabajo y todos se construyen alrededor del alumno. Nuestra propuesta está basada en los fines y objetivos establecidos en la LOE y en el Art. 5 de la LEA.  Por ello, se convierten en el referente esencial del trabajo que desarrollaremos desde nuestra perspectiva, dado su carácter prioritario:

El pleno desarrollo de  la personalidad y capacidades del alumno (ser persona).

En torno a él definimos un conjunto que complementa y matiza esta intención. Los presentamos ordenados de acuerdo a las grandes vías de trabajo educativo: ser persona, pensar y trabajar, convivir y tomar decisiones de forma madura y responsable. Más allá de la estructura que nos facilita el análisis encontraremos profundas interrelaciones entre ellos.

Su identificación, comprensión, asimilación y valoración debe permitirnos asentar, sobre bases firmes, el conjunto de la actividad educativa que nos va a ocupar. Su primera vía de concreción la expresaremos en los objetivos que hemos determinado para las distintas etapas y que serán concretados en los desarrollos curriculares y en los restantes planes de actuación.

Fines de la educación vinculados al desarrollo de estrategias de aprendizaje y pensamiento

  • Conocimiento de sí mismo, crítica constructiva respecto a sus intereses, actitudes, capacidades y valores, y desarrollo de actitudes y hábitos de responsabilidad, esfuerzo personal, mérito y deseo de superación.
  • Construcción de conocimientos lingüísticos, científicos, técnicos, humanísticos, históricos y artísticos.
  • Configuración de estrategias de aprendizaje autónomo que supongan la autorregulación de los procesos de evolución personal y la confianza en sus aptitudes y conocimientos.
  • Respeto y reconocimiento de la pluralidad lingüística y cultural de Andalucía y de España, y de la interculturalidad como un elemento enriquecedor de las personas y los grupos.
  • Comunicación en castellano y en una o más lenguas extranjeras.
  • Fomento de la autoestima utilizando reforzadores positivos, fijándonos y subrayando los aspectos positivos del alumnado.

Fines de la educación vinculados al desarrollo de la convivencia

  • Respeto de los derechos y libertades fundamentales, en la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres y en la igualdad de trato y no discriminación de las personas con discapacidad.
  • Ejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios democráticos de convivencia, así como en la prevención de conflictos y la resolución pacífica de los mismos.
  • La formación para la paz, el respeto a los derechos humanos, la vida en común, la cohesión social, la cooperación y solidaridad entre los pueblos.
  • La adquisición de valores que propicien el respeto hacia los seres vivos y el medio ambiente y el desarrollo sostenible.
  • Participación activa en la construcción de formas de vida más justas tanto en los ámbitos interpersonales como en los colectivos.
  • Fomento del espíritu cooperativo. La cooperación enriquece los procesos, mejora los resultados, comparte los recursos y objetivos, y ayuda a la sociabilidad. Evita la prepotencia, la intolerancia, la pasividad, el egocentrismo, la incomprensión y la desconfianza.
  • Aceptación del  colegio como nuestro, del alumnado, de las  familias y del profesorado.
  • Fomento de la generosidad y la bondad, que persiguen el bienestar personal y colectivo, ayudan a desarrollar la sensibilidad, el compromiso, la colaboración, a actuar de acuerdo con los principios más nobles de cada cual, a actuar con justicia y comprensión. Evita el rencor, la venganza, el egoísmo, la envidia, la mezquindad, la indiferencia, la falsedad y la hipocresía.

Fines de la educación vinculados a la preparación para la toma de decisiones responsables

  • Desarrollo de hábitos intelectuales, sociales, físicos y psicológicos saludables.
  • Análisis crítico de los aspectos injustos de la realidad cotidiana y de las formas sociales vigentes.
  • Preparación para el ejercicio de la ciudadanía y para la participación activa en la vida económica, social y cultural.
  • Elaboración autónoma y racional de principios generales de valor que ayuden a enjuiciar críticamente la realidad.
  • Preparación para el ejercicio de actividades profesionales a través de la captación de lo que supone la vocación profesional como síntesis integradora de los intereses y vida personales, familiares, sociales y laborales.
  • Desarrollo de una actitud crítica y responsable y con capacidad de adaptación a las situaciones cambiantes de la sociedad del conocimiento.
  • Análisis crítico de los discursos orientadores de la opinión y de la conducta y reguladores de la vida social, y valoración de la importancia del acercamiento a estos discursos para el conocimiento de la realidad.

1.2. Los principios de nuestro proyecto educativo

 Si los fines nos indican hacia donde vamos, los principios nos indican quiénes somos y nos abren los grandes cauces para caminar en una determinada dirección. Los que hemos determinado esenciales en nuestro centro están basados en los identificados en la LOE y en el Art. 4 de la LEA. Y en una concepción humanista de nuestra labor. Nuestro centro debe convertirse en un instrumento de ayuda al desarrollo humano de nuestro alumnado a la sostenibilidad del mundo en  que vivimos y a la solución de los problemas que surjan a través del diálogo y la cooperación.

Principios de naturaleza sistémica

  • Búsqueda personal y colectiva y comportamientos coherentes en sentido de comunidad educativa de acuerdo con los principios y normas que inspiran nuestro  trabajo y nuestras relaciones.
  • Desarrollo de principios de calidad (desarrollo de capacidades y competencias como punto de mira, planificación, seguimiento continuo, evaluación de procesos y de resultados, integración de esfuerzos) de la educación para todo el alumnado, independientemente de sus condiciones y circunstancias.
  • La equidad (destacada en el Art. 113 de la LEA), que garantice la igualdad de oportunidades, la inclusión educativa y la no discriminación y actúe como elemento compensador de las desigualdades personales, culturales, económicas y sociales, con especial atención a las que deriven de discapacidad.
  • El desarrollo de la igualdad de derechos y oportunidades para todos los miembros de la comunidad educativa y el fomento de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.
  • La concepción de la educación como un aprendizaje permanente, que se desarrolla a lo largo de toda la vida.

Principios de naturaleza instrumental

  • La flexibilidad para adecuar nuestro proyecto educativo en su conjunto y los distintos planes que lo conforman a la diversidad de aptitudes, intereses, expectativas y necesidades del alumnado, así como a los cambios que experimentan el alumnado y la sociedad.
  • La orientación académica, personal, profesional y vocacional de los alumnos y alumnas, como medio necesario para el logro de una formación personalizada, que propicie una educación integral en capacidades, competencias, conocimientos, habilidades, destrezas y valores.
  • El esfuerzo individual y la motivación del alumnado a través de su participación e implicación activa en el conjunto de actividades que se desarrollen en el centro.
  • La autonomía para establecer y adecuar nuestras actuaciones organizativas y curriculares en el marco de normativa de acuerdo con el contexto y las señas de identidad de nuestro centro.
  • La consideración de la función docente como factor esencial de la calidad de la educación, el reconocimiento social del profesorado y el apoyo a su tarea.
  • La corresponsabilidad de la familia en el desarrollo de nuestra propuesta educativa considerando su repercusión en el modelado de principios, valores y actitudes en los alumnos.
  • El fomento y la promoción de la investigación, la experimentación y la innovación educativa a través de actuaciones precisas que integren la participación de la comunidad educativa.
  • La evaluación del funcionamiento de nuestro centro desde una concepción sistémica, tanto en sus condicionantes, sus planes y sus propuestas de organización, como en su desarrollo y materialización, en los resultados y en los procesos.